¿Qué podemos decir de estos diseños circulares a los que llamamos Mandalas? Pues, que nos ayudan a meditar, aun si no somos hábiles para las técnicas meditativas.
Que nos permiten realizar trabajos hermosos, aunque creamos que carecemos de talento artístico. Que nos posibilitan regalar y compartir belleza con nuestros seres amados.
Que representan el centro, lo más sagrado. Aquello que nos hará acudir a nuestro propio centro para encontrar la armonía deseada. Son antiquísimos símbolos de la totalidad. Por más modernos que los veamos, seguramente se repetirá su estructura básica: un centro, una periferia y variadas formas distribuidas uniformemente alrededor de ese centro.
Más allá de que posean diferentes significados en cuanto a forma y color, es conveniente disfrutarlos sin la necesidad de explicarlos. Aprender el disfrute de la observación, el gozo de la realización.
Serán nuestros aliados en la armonización mental, emocional y física.
Son puentes de belleza que nos conectan directamente con lo Superior, con nuestro Ser interno, con el Universo que nos sostiene para que podamos desarrollarnos.
No importa cuán diestros seamos en la utilización del color, aprendamos, como los niños hacen, a jugar y dotar de color a nuestras vidas, a bendecir nuestro mundo cotidiano? aprendamos a utilizar estas sagradas herramientas de aprendizaje, estos sitios donde descansar nuestra mirada. Volvamos a conectarnos con nuestro silencio interior…
Formato: 22,5 x 20,5 cm
Páginas: 36
Encuadernación: Acaballada
ISBN: 978-987-634-299-5
Género: Espiritualidad y religión, Mandalas
Autor: Laura Podio
Colección: Bienestar