Si alguien te preguntara si querés ser feliz, seguramente lo mirarías con asombro, como si eso fuese obvio. Y si… Es que estamos casi programadas para buscar la felicidad. Filósofos, místicos y pensadores de todas las épocas lo afirman y los científicos tratan de buscar la fórmula para lograrla.
Sin embargo, el psicólogo austríaco Viktor Frankl dijo que el éxito y la felicidad no deben buscarse ya que si se buscan como objetivo final, terminarán esfumándose. Más bien deben considerarse el efecto secundario no intencionado de tu dedicación a algo mayor que vos mismo. Esa es una de las claves, no enfocarte sólo en vos.
Podrás argumentar que tenés problemas económicos, algún tema de salud o estás con conflictos de pareja, pero de acuerdo a los científicos de la conducta, se estudió que la felicidad no depende de las circunstancias externas. Cómo te sentís y tu alegría de vivir, depende de cómo filtrás e interpretás la experiencia cotidiana. O sea, no importa lo que te pase sino que lo tomes como un desafío de vida.
Estos científicos hablan de la experiencia óptima, lo que nos lleva a la felicidad, que es lo que nos sucede cuando hacemos un esfuerzo voluntario para conseguir algo difícil que valga la pena; es algo que hacemos que suceda. Se trata de tomar el control de la propia vida, que si bien no es algo fácil, te va a dar un sentimiento de maestría, de participación en tu propio destino y te libra del azar o la suerte para conseguir tus metas.
El psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi (ya lo sé, impronunciable pero genial) ha estudiado ampliamente el tema y para explicar la experiencia óptima creó el concepto de flujo, que es el estado en el que estamos tan involucrados en una actividad que nada más nos importa, un momento en el que sentimos que la conciencia está ordenada armoniosamente.
Te puede suceder mientras corrés por el parque, bailás, cocinás tu receta favorita, hacés arte o tocás con tu banda. Incluso cuando realizás tu trabajo o estudiás tu carrera elegida.
La actividad que te genera la experiencia óptima que elijas deberá cumplir algunas condiciones:
- Debe generarte disfrute, sinó no querrás continuar haciéndola.
- Debe tener reglas claras para el desarrollo. Lo que es “muy libre” te dá tantas opciones que no sabés qué elegir y te genera ansiedad.
- Debe hacerte sentir que crecés o mejorás, que lográs algo nuevo. Te lleva a lo que se llama una mayor complejidad de conciencia.
- Debe presentarte un desafío, ser variada, ya que si es demasiado sencilla te aburrirá, pero el desafío debe ser acorde a tu capacidad de lograrlo.
- Tenés que poder comprobar tus progresos, a eso se le llama retroalimentación positiva.
Cuanto más tiempo y en más tipo de situaciones logres esa experiencia de flujo, el efecto secundario será la felicidad, la sensación de que controlás tu vida y que tenés las herramientas necesarias para enfrentar todo lo que te presente tu experiencia. No implica que “todo va a ir bien” sino que vas a poder llenar tu vida de significado.
¿No te parece que vale la pena comenzar?
https://tn.com.ar/salud/actitud/queres-lograr-la-felicidad-ama-lo-que-hagas_901507
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