¿Sos de los que no evitan un insulto y te cuesta mantenerte en calma? ¿Te largás a llorar o hacés un escándalo ante el menor problema? ¿No podés evitar los ataques de risa aunque te ponga en una situación incómoda? Todo esto depende de cómo manejes la expresión de tus emociones.
Es importante señalar que las emociones son adaptativas, te ayudan para algo, incluso las desagradables. Te permiten alejarte de lo que no te gusta y te permiten comunicar sentir a quienes te rodean.
En algunas culturas se toma como una gran virtud mantener el control sobre las emociones. En otras en cambio está bien visto manifestarse libremente. De hecho, la etimología de la palabra emoción remite a “lo que mueve”, o sea lo que te hace actuar. Pero de acuerdo a tu contexto cultural aprenderás las formas “permitidas” de sentir, pensar y actuar.
Y es que tus emociones no son algo que puedas manejar totalmente, tienen una parte consciente, que podés manejar con tu cabeza, pero otra parte inconsciente, más vinculado a tu cuerpo, a lo más visceral…y esa parte es la que te puede manejar de vez en cuando.
¿Pensaste que tus emociones eran algo simple? No tanto, más bien son una combinación de varios factores:
- Una activación fisiológica: lo que te pasa en el cuerpo, palpitaciones, rubor, sudor, etc.
- Una experiencia subjetiva: lo que evaluás en tu mente sobre esa situación. Es lo que hace que la gente reaccione de manera diferente ante estímulos iguales.
- Una preparación para la acción: de acuerdo a lo que evaluaste, vas a acercarte con alegría a tu comida favorita o te vas a alejar con asco y miedo de un insecto desagradable.
- La expresión de la emoción: que te permite comunicar lo que te pasa a los demás, con gestos y acciones (llanto, risa, gesto de disgusto o bronca)
Lo que podés manejar son tus conductas, o sea, evitar gritarle a tu jefe que estás harto de sus cambios de humor o estallar de una carcajada cuando quien más odiás queda en ridículo.
Lo que no podés manejar es el impulso que te surge de eso que te generó una reacción de agrado o desagrado.
O sea que la manera en que te comportes estará determinada por las reglas de expresión,que son las convenciones, normas o hábitos que aprendiste y van cambiando de cultura en cultura (por eso te resulta tan raro entender las actitudes de personas de otros países).
Esas reglas se organizan para controlar qué mostrar, con quién, con qué intensidad y por cuánto tiempo.
De hecho hay regulación de acuerdo a la cercanía del vínculo entre dos personas, edad e incluso el género. Con los amigos está más permitido desbordarse ocasionalmente, a los niños se les “permite” mayor espontaneidad en la expresión, y se espera que los hombres sean más “controlados” que las mujeres.
Ya sea que manifiestes o nó una emoción no quiere decir que efectivamente lo sientas o nó, sino que en general estará determinado por lo que te permita tu cultura.
Paul Eckman, psicólogo norteamericano pionero en este tipo de estudios, sostiene que hay ciertas expresiones emocionales, en las que él llama emociones básicas, que se mantienen de manera constante entre una cultura y otra. Dice que lo que sí puede variar entre una cultura y otra son los “movimientos corporales simbólicos”, que son los que pueden ser reemplazados por una palabra y los “gestos ilustradores” que no pueden reemplazarse por palabras, pero ayudan a explicar lo que se está diciendo. Si quieren ver algo del trabajo de Eckman no se pierdan la serie Lie to Me, es muy interesante!!
Entender tus emociones y reconocerlas te permitirá aprender a manifestarte de forma más genuina y adecuada, sin esos desbordes que te quitan la energía y dañan tus vinculos. Serás también el mejor ejemplo para tus niños y amigos!!!
https://tn.com.ar/salud/lo-ultimo/manejas-tus-emociones-o-ellas-te-manejan-vos_933036
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