El arte es una herramienta enorme de expresión, de hecho fue la primer vía de expresión humana, antes de la palabra escrita. Gran parte del arte encierra contenido simbólico, o sea, expresa más cosas de las que a simple vista podemos observar.
Algunas obras de la humanidad, como por ejemplo el Tarot, han sido ejemplos de esta facultad que tienen las imágenes para transmitirnos mensajes. Otro ejemplo son las imágenes religiosas y la mitología.
Mi camino como artista me enseñó a amar las imágenes y sus historias, por lo que me transformé en una investigadora de ellas. Amo el Tarot, no por su función adivinatoria sino desde el plano de la imagen. Muchas de mis obras están inspiradas en sus láminas y soy coleccionista de mazos de diferentes tipos. Es una manera alternativa de expresar, de comunicar lo que surge desde el fondo del alma, aquello para lo cual la palabra misma no alcanza.